Evelyn Pérez: «Los ateneos han sido revolucionarios»

Evelyn Pérez es la directora del Ateneo Riojano. Ha sido directora de la revista Fábula y bajo el seudónimo Reve Llyn ha publicado recientemente La tristeza del escorpión.

 

Me enseña un Ateneo preparado para las obras. Unas reformas que, por ejemplo, harán más accesible el edificio a personas de movilidad reducida. Respecto a su presidencia, resume cómo llegó: «El presidente que estaba, Jesús Murillo, quería retirarse y me ofrecieron presentar candidatura. Tengo dificultades para decir que no a lo que me gusta y a la gente con la que me gusta trabajar». Evelyn ya tenía vinculación con el Ateneo mediante actos como lecturas de poesía, o tardes de entretenimiento en la semana del libro. «Estaba también como miembro del jurado en los premios Ateneo, así que es como si me hubiera ido deslizando poco a poco». Al principio, se lo tomó de una manera ligera —como todo en la vida, asegura—. Pero, el año pasado, cuando falleció Rosa Herreros —primera mujer presidenta del Ateneo Riojano—, se dio cuenta de la relevancia. «No había sido consciente del peso histórico que esto tiene. Lo tengo que hacer bien, y no sólo porque me guste hacer las cosas bien». Cree que hay que hacer un tránsito desde donde estaban, «años complicados en los que la gente, culturalmente, ha buscado otras cosas, porque igual esto suena a antiguo. Los ateneos han sido revolucionarios. Cuando nadie tenía acceso a la cultura, nacieron para dar acceso a la cultura». Cumplido, en 2023, el centenario de la institución, quiere que «los próximos años estén en el mundo actual en el que estamos». Considera que deben adaptarse a los tiempos, y quiere que su paso sirva para eso y para dejárselo a un grupo de gente más joven que venga a hacer las cosas de otra manera.

Pero Evelyn Pérez también escribe. Ha publicado la obra colectiva Hembras (Ediciones Carena, 2021) y La tristeza del escorpión (MilMadres, 2025). «Hembras fue una historia preciosa. Un grupo de mujeres que estábamos en talleres de escritura empezamos a hacer un club de lectura por nuestra cuenta, en el que había relato breve nuestro». Corregían y mejoraban, apoyándose, y creyeron que podían publicarlo. «Empezaron a moverse las cosas y, ocho de nosotras, decidimos hacer un libro de relatos sobre mujeres que consiguieran salvarse». Un libro con relatos muy duros, pero que ayudan a ponerse en la mirada de otras personas.

Por su parte, La tristeza del escorpión es un poemario propio en su totalidad. «¿Conoces la fábula de la rana y el escorpión? Cuando el escorpión pica a la rana dice ¿por qué lo has hecho?, y contesta porque es mi naturaleza. A veces no pretendemos hacer daño, pero lo hacemos porque no nos queda otra, y eres consciente del daño que estás haciendo. Eso deja una huella». Con lo cual, este poemario es «otra forma de ver la culpa». Confiesa que el título estaba clarísimo, y que «es un poemario oscurito».

Respecto a su firma como escritora, Evelyn nos cuenta: «Revellín es uno de mis lugares favoritos en Logroño, y si quitas las mayúsculas a Reve Llyn, queda mi nombre real». Además, puntualiza que «un revellín es una fortificación donde te puedes proteger». Con lo cual, Reve Llyn queda claro que es un seudónimo elegido con toda la intención.

Evelyn escribe desde adolescente, y pensaba que se le iba a pasar. No se le ha pasado. Ahora, publica poemarios y vive para cultura, ha dirigido la revista literaria Fábula y dirige el Ateneo Riojano con espíritu reformista. El tiempo lo dirá, pero el emblemático edificio parece encontrarse en buenas manos.

 

Sergio Marín Ochoa