Desde que comenzó el asedio definitivo sobre Palestina en octubre de 2023, las personas que ejercen el periodismo están siendo objetivos potenciales. Se sospecha que son identificados y localizados en sus casas mediante tecnología de inteligencia artificial, y posteriormente bombardeados para intentar ocultar el genocidio.
En la rebautizada como Plaza Palestina Libre, frente a la Delegación del Gobierno en La Rioja, sonaron más de 300 nombres. Se trataba de los y las periodistas asesinadas en Palestina en los últimos dos años, en un intento del Estado de Israel de silenciar el genocidio que está perpetrando sobre la población palestina. Un acto de homenaje organizado por el Proyecto Solidario «Desde el Río al Mar», y que concentró a más de cien personas.
Después, el fotoperiodista Mario Martija leyó un comunicado en el que hablaba de la persecución y desprotección que sufre quien pretende informar. Asimismo, incidió en la tecnología de inteligencia artificial (IA) utilizada por Israel para identificar y localizar a los objetivos cuando vuelven a su casa. De hecho, en datos del Sindicato de Periodistas Palestinos (PJS), unos 90 informadores han sido asesinados en bombardeos a sus residencias. Y es que se cree que el gremio periodístico es uno de los objetivos de Lavender y Where’s Daddy.
Estos dos sistemas de inteligencia artificial tienen diferentes labores y un solo objetivo. Por su parte, Lavender desarrolla una lista de asesinatos; después, Where’s Daddy rastrea la lista, ya que, según Democracy Now, fue diseñado a propósito para ayudar a Israel a atacar a las personas cuando están en casa por la noche con sus familias. La mecánica, de forma muy simplificada, es la siguiente: mediante IA se localiza a un objetivo concreto y se indica cuándo se encuentra en su domicilio. En ese momento, se bombardea el edificio, matando así tanto al «objetivo» como a todas las personas que se encuentran en su entorno.
Según el Ministerio de Salud de Gaza, desde el 7 de octubre de 2023 hay alrededor de 64.300 muertos confirmados. Datos internos del ejército israelí reconocen que menos de 9000 pertenecían a Hamás. De estas cifras se deduce que los civiles superan el 85% de los asesinados.
Sin duda alguna, de todos los conflictos en Oriente Próximo, el genocidio en Palestina es el que mejor retrata los aspectos más miserables de la condición humana. Y, mientras el hambre sigue siendo un arma de guerra, la franja continúa sufriendo la cruel indiferencia del mundo.
La conciencia global de los Estados, duerme. La Historia juzgará.