La Sierra de la Demanda, ante un nuevo verano sin agua

El río Oja desaparece cuatro meses al año desde que captan agua de los acuíferos conexos. La agricultura y la ganadería se ven afectadas en los pueblos situados en este espacio rural. El Gobierno de La Rioja no contempla alternativas.

 

En el año 2016, comenzaron los bombeos de manera regular para abastecer a diversos pueblos. El río Oja está conectado a los acuíferos de los que se extrae esa agua. Nace en la Sierra de la Demanda y la riega a su paso. Pero desde que iniciaron estos bombeos, el río desaparece durante todo el verano.

Álvaro Capellán, ganadero de Zorraquín, nos cuenta que varios arroyos han desaparecido. «En verano, traen cisternas para abastecer a la urbanización que hicieron». También, en Ojacastro, las personas de la agricultura tienen que ser previsoras. «Tengo la huerta al lado del río molinar, pero si no guardo agua en invierno o primavera, no puedo cultivar», nos cuenta Pilar. El río molinar es un recurso directo del río Oja. Ha abastecido históricamente tanto a la agricultura como a la ganadería del pueblo.

Los estudios que hizo el Instituto Geológico y Minero de España (IGME) prueban una conexión entre los acuíferos y el río. Cuando Acuaebro realizó las primeras pruebas, el río Oja desapareció en minutos y murieron miles de animales.

Víctor Sánchez-Escalonilla es hidrogeólogo y profesor en la Universidad Complutense de Madrid. Nos cuenta la relación entre el acuífero donde se capta el agua y el río Oja. También, que entre ellos dos se encuentra otro acuífero, formado por sedimentos. Asegura que, «en este tipo de sistemas geológicos, los ríos dependen totalmente de las aguas subterráneas. Las tres partes están conectadas». Si el nivel freático del acuífero profundo baja, cae el de la superficie. Ante la pregunta de si, como hidrogeólogo, ve algún tipo de conexión entre el estiaje más extremo que sufre el Oja y la extracción de agua, es claro: «Por lo que se deriva de los estudios del IGME, cuando comenzaron los ensayos de larga duración el río Oja perdía agua muy rápidamente». Algo que, reitera, tiene todo el sentido, ya que «si los dos acuíferos están conectados y cogemos agua del acuífero de abajo, lo que estamos haciendo es deprimir el nivel freático y por tanto estamos afectando al río Oja». Ante mi duda de si son conscientes del impacto que están generando, Víctor Sánchez es categórico. Explica que «en el estudio cuantificaban cuánto agua del que se extraía pertenecía al acuífero, y cuánta era filtrada del río». «Resulta obvio que realizar un ensayo de bombeo con esos resultados indica que ahí está pasando algo».

La Consejera de Medio Ambiente, Noemí Manzanos, no ha considerado «procedente» hablar con este medio. Tampoco Íñigo Nagore, que era el Consejero cuando comenzó el proyecto, ha querido hablar por estar «retirado de la política».

Sí podemos saber que empezarán a explotar un nuevo pozo en Zorraquín. Así nos lo ha asegurado el ganadero Álvaro Capellán en la conversación. También nos lo garantizan desde Ezcaray. Este pueblo es el epicentro de las captaciones y Gonzalo Abajo es su exalcalde. Añade que «ya han hablado con propietarios de terrenos de la zona, y va para adelante».

El Partido Popular, partido de Gobierno, no responde. El Consorcio de Aguas y Residuos de La Rioja tampoco quiere hablar. El Consorcio gestiona el abastecimiento de los pueblos adheridos.

Otro verano más, el valle del Oja se enfrenta a un verano sin el agua de su río. Es el noveno verano consecutivo.

 

Sergio Marín Ochoa

Fotografía de portada: Diego Ortega Robredo.