«No me fío de los poetas que no son activistas de algo»

Imagen de archivo (Radio Diferida).

Enrique Cabezón ha publicado Contra la gravedad de los poetas (PTT Ediciones, 2025). Un poemario que el autor califica de manifiesto, y que cuestiona los fundamentos de la subjetividad lírica en el contexto de la cultura narcisista.

 

La asociación cultural sin ánimo de lucro Plataforma de Poetas por Teruel ha creado, desde el mundo rural, un espacio de innovación estética y resistencia cultural. Así lo demuestra la publicación del que es el noveno poemario de Enrique Cabezón.

El riojano se ha definido en alguna ocasión como poeta, ilustrador, escritor, editor (Ediciones 4 de agosto), diseñador gráfico, y activista cultural; y hoy hablo con él como lo primero. Y es que Contra la gravedad de los poetas es un poemario especial, incluso experimental. «Para la poesía española siempre ha habido generaciones. Pero para los nacidos a partir de los setenta no existe un consenso sobre los nombres canónicos. Entonces, planeo un manifiesto a posteriori que recoge una extrañeza generacional. Una manera de reconocerse generacionalmente en el vacío».

La consciencia en la escritura

Contamos con un título sugerente. Desde el ego hasta la fuerza gravitacional de un mundo abstracto, hay un espectro de impresiones metafísicas a las que referirse. Según el autor, «el papel de la poesía, muchas veces, es construir el mito del pueblo. El de los poetas, ser el notario del tiempo». Y luego están las cosas relacionadas con el juego de la atención, «pero tiene poco que ver con la literatura». Para Cabezón, «la gravedad también es esa capacidad de despegarse del mundo», y apela a la consciencia del por qué y para qué se escribe.

A colación de esta consciencia, asegura que «un poeta no puede ser ajeno a su contexto sociopolítico, geopolítico…». Incluso incide que no se fía de los que no son activistas. «Si eres capaz de despegarte tanto de la vida, igual estás cometiendo el crimen de mirar hacia otro lado». Considera, pues, que tienen que tomar partido del tiempo, precisamente porque «la poesía nos ha acompañado como humanidad desde el origen; desde los rituales mágicos prehistóricos».

Y a esta capacidad de despegarse de la realidad volvemos cuando le pregunto por el esnobismo en el gremio. «Si logran despegarse de la realidad, están buscando nichos exclusivos». E insiste en que la poesía que le interesa vive pegada a la realidad y comprometida con su tiempo y contexto. «Quizás la poesía sea tan esnobista como el cine o los conciertos», aunque reconoce que se repiten ciertos esquemas. «El mundo es esnob».

Versos y contusiones

Continúa la conversación y, con ella, la disección de su poemario, donde se habla de un principio que huele a carroña. «Todo huele a carroña porque, para contar algo, tiene que estar muerto. Es decir, haber pasado. Y para escribir, hay que vivirlo». Pero si algo nace de algo muerto, de algo pasado, estamos hablando, aunque no lo sepamos, de carroña.

Otro de sus versos tiene que ver con el destino y las promesas de paraíso. Y es que «el destino que uno sueña no es el olvido, aunque será el nuestro como poetas». Sino que tiene que ver más con los benefactores y los premios, con «poner nuestra palabra al servicio de». Aunque, quizás, el fin ideal no sea publicar sino escribir mejor.

Terminamos con un debate sobre si los cubatas esotéricos y cromáticos son un reflejo del narcisismo. «Sin duda», contesta entre risas. «Tratan de convertir el hecho de beber en un ritual». Es decir, «está presente el elemento escénico, algo que siempre se busca —cuando lees en público o cantas una canción—». Dicho sea, por contexto, que el debate viene por otro de sus versos.

Unos versos críticos y autocríticos, organizados «en 30 contusiones y/o fracturas» (poemas), y que terminan con una recogida de firmas para quien se quiera unir a este manifiesto. Y es que, como alguien escribió en referencia a Contra la gravedad de los poetas, «no se trata de fundar una nueva escuela, sino de constatar la imposibilidad de toda fundación».

 

Sergio Marín Ochoa