«Si el humor llega, puedes dar cualquier tipo de mensaje»

El poeta Antonio Alfaro ha pasado por ciudades tan variadas como Londres o Granada. Ahora, en Logroño, su ciudad natal, colabora en Ediciones 4 de Agosto y participa en diversos círculos de poesía.

 

El día que se dio el Poetry Slam Friki en Logroño, pude conocer a un poeta cargado de humor e ironía. En dicha ocasión, ejerció como una especie de «anticoach». «El día es una puta mierda; nadie puede jodértelo», o «piensa en positivo, quizá mañana muera tu jefe» recitaba ataviado con una bata blanca, cual terapeuta cínico.

Hoy, me siento con Antonio Alfaro en la terraza de un bar. Al instante, se percibe una peculiar personalidad. Asegura que es poeta desde que, en la escuela, un profesor les enseñó la poesía de Lorca, Miguel Hernández… Les hacía ejercicios relacionados con la escritura y, al recibir ciertas felicitaciones, pensó que podría servir para esto. «Cuando encuentras algo que ves que puedes hacer, y recibes críticas positivas, pues te suben…». Poco después, conoció a la gente de Ediciones 4 de Agosto, y el constante contacto con poetas ha sido su formación. A día de hoy, es parte del Consejo Editor de esta editorial y participa en el festival Agosto Clandestino. Ha colaborado en revistas, ha hecho fanzines, ha creado eventos de poesía temática, pódcast… y, en su bagaje, cuenta con cuatro poemarios publicados. Estos son Criaturas y antenas (autoeditado), Nocturnación (Ediciones 4 de Agosto), Coplas a la muerte de una época (Eclipsados) y La zona intercostal de la memoria (Averso). «Cada uno de ellos refleja una época diferente de mi vida».

La obra de Antonio es amplia, pero, al declinar en público, recurre a un enfoque irónico-humorístico. A la pregunta de cómo de en serio se toma la poesía, es categórico: «Si lees el ochenta por ciento de lo que escribo, es súper serio, pero en el escenario recurro a eso. He visto a mucha gente en los escenarios, sobre todo porque he presentado muchos micrófonos abiertos, y he visto a mucha gente aburrirse mientras alguien recita. Me he dado cuenta de que, si el humor llega, puedes dar cualquier tipo de mensaje, pero recurriendo a eso para que el público esté alerta». Considera que, en la poesía, se ha recurrido muy poco al humor.

Me cuenta que le gusta participar en diferentes eventos. «Si no, me falta. Me gustaría que fueran más alternativos, pero sí». Para él, la poesía es como un espectro. «Hay una idea sobre lo que es la realidad, pero en cambio, tú ves cosas. Para mí, la escritura es saber que puedo utilizar un filtro de pensamiento o una pequeña distorsión de lo que veo. Toda la gente que tiene una sensibilidad artística es que percibe el mundo de cierta forma y sabe que, quizás, pueda transformarlo». Considera que, al volcar otra alternativa a la realidad, expandes. Una de sus apariciones de este año fue en Contravisión. «Era un acto organizado por la plataforma propalestina para contraprogramar Eurovisión. Era una protesta por la participación de Israel».

Respecto a sus diversas colaboraciones o apariciones, asegura que conoce el Poetry Slam desde que vivía en Londres, «pero tenía otro nombre; se llamaba spoken Word, que ya ves tú, significa palabra hablada». Más tarde, fue su presentador en la edición de Granada. «Nunca me ha interesado el lado competitivo, pero sí que entiendo que le atraiga a la gente. […] Creo que el slam vino a reemplazar lo que era un recital». Este año, ha participado tanto en la edición oficial en Logroño, como en el friki organizado en la programación del Frikoño.

«En Granada, por ejemplo, vi que la música es la mejor manera de llegar a la gente». Su antiguo grupo, Perrete Chico, evolucionó en Puñetazo, con quien ha colaborado en alguna ocasión. «Antes de eso, tenía Hidromiel, que era un estilo diferente, más de crear atmósferas musicales. Perrete Chico era un grupo punk rap, y Puñetazo es lo mismo». Su función era recitar. «Estamos acostumbrados a que una guitarra melódica acompañe al poema. Nuestra intención era meter un poema de vez en cuando en una canción —no está la música al servicio de la poesía, ni viceversa—, lo integrábamos». También, ha puesto voz al documental que celebra el veinte aniversario del grupo musical El Cuarto Verde.

Ahora, tiene entre manos un proyecto con el que lleva años. «Es lo mejor que he escrito y nunca me he atrevido a sacarlo», o quizás sea porque el proceso ha sufrido algunos contratiempos. «Pero ya va a salir, y se llama La rata». Además, desde Radio Diferida lanza un llamamiento a los músicos y las músicas que quieran colaborar con él: «Quiero formar un proyecto que sea lo más bizarro y potente que haya salido en La Rioja a este nivel, con poesía, música y lo que surja». Pero tengan en cuenta que, si Antonio Alfaro fuera un verso libre, no se juntaría a otros versos.