UGT y CCOO denuncian a Euro Seating por «incumplir el convenio»

Reclaman un atraso económico y el pago del plus de transporte. CCOO se adhiere a la denuncia mientras su comité asegura que se ciñe a «lo que dice la empresa». UGT alega, además, que se ha iniciado una «persecución sindical» sobre sus delegados. Por su parte, Euro Seating niega ese acoso y se ciñe a que «todo está judicializado» para guardar silencio sobre las demandas.

 

Esta fábrica de butacas en Ezcaray atraviesa tiempos de conflicto. Los dos principales sindicatos del país han interpuesto dos denuncias de carácter colectivo. Juan Carlos Alfaro, Secretario General de UGT FICA La Rioja, es el promotor de las mismas. Cuenta a Radio Diferida los motivos de este paso judicial.

«Por un lado, reclamamos la paga de 450 euros que corresponde. En enero de 2025 se firmó el convenio del metal y en ese acuerdo estaba esa paga por el año 2024». Un pago que es para todos los trabajadores y trabajadoras por igual. La empresa hizo una subida salarial del 2% en 2024 y, ahora, considera que con eso ha cubierto dicha cantidad. Para Alfaro «son cosas distintas. La paga de 450 euros es una paga por convenio. Además, ese 2% lo tenía que descontar del 5% de la subida de este año». Ésta, es la primera demanda que hay.

«La segunda, es por el plus de transporte». Aclara que este plus lleva en el convenio del metal desde el año 1980, y está en su artículo 25. Asegura que Euro Seating se niega a pagarlo. «La empresa incluso ha pedido a la patronal riojana del metal que quiten ese plus. Le dijeron que eso es imposible». Aparte, Juan Carlos nos informa de que han puesto también una denuncia en inspección de trabajo por este asunto. «Al no pagar el plus, hay subcotización. Por no hablar de que tienen falsificadas las direcciones de los trabajadores. Para la empresa, todos viven en Ezcaray. Y eso puede ser un gran problema si alguien tiene un accidente al volver del trabajo a casa».

Ese posible fraude con las direcciones de la plantilla ha sido corroborado por el comité de delegados de CCOO. Inciden en que, «desde hace muchos años, a la gente que viene a pedir trabajo se le pone la residencia en Ezcaray» —aunque no viva en Ezcaray—. Debido a eso, tienen dudas de que corresponda el plus de transporte a mucha gente de la plantilla. Por otro lado, respecto a los atrasos, estos delegados explican que «se hizo una subida de sueldo que no se tenía por qué hacer». Concluyen que, «si ya lo han denunciado, la justicia dirá». Ellos se ciñen «a lo que diga la empresa».

Por su parte, Miguel Ángel Rello, Secretario General de CCOO Industria en La Rioja, justifica la elusión de su comité. Puntualiza que los delegados «se han encontrado con cosas que venían de tiempo atrás y no se les ha dejado margen de maniobra». No obstante, ha sumado a su sindicato a las denuncias. «UGT ha puesto las demandas y es quien prepara el juicio; CCOO nos hemos adherido y vamos a apoyar en lo que haga falta. Aun así, como estamos en las papeletas de conciliación, somos también parte demandante».

Estos son los principales enfrentamientos. Pero, además, estas demandas han dado lugar a nuevas acusaciones por parte de UGT. Juan Carlos Alfaro revela «persecución sindical y violación de derechos fundamentales» a miembros del comité. «Estamos preparando las denuncias. Queremos hacerlo bien». Explica que el asunto está en manos de los servicios jurídicos para su estudio. La empresa niega estas acusaciones.

De igual modo, este conflicto laboral ha derivado en un cruce de acusaciones públicas entre UGT y los miembros del comité de CCOO. Estalló con un comunicado colocado en el tablón de anuncios de la fábrica, con membrete de UGT. En éste, el sindicato acusó a los delegados de CCOO de estar de parte de la empresa. En ese mensaje se podía leer: «Lamentamos profundamente esta actitud por parte de los representantes de CCOO en el comité (…). Entendemos que su deber es estar al lado de los trabajadores y trabajadoras, no de la dirección de la empresa».

Los aludidos calificaron este escrito de «pasquín incendiario». Así que estos delegados también colocaron su propio comunicado en el tablón de anuncios. Este no llevaba membrete de CCOO sino de Euro Seating, y se acusaba al Secretario General de UGT FICA de manipulador. Le denominaban como «”este señor”», y aseguraban que en privado les transmitió que «no hacía falta que se sumaran» a la denuncia. Incluso que «entendía perfectamente que no lo hicieran».

A día de hoy, continúan las acusaciones cruzadas entre comités. Por parte de los delegados de UGT, uno de los miembros se encuentra de baja por motivos psicológicos y alega causas laborales.

Quien escribe estas líneas quiso conocer la versión de la empresa sobre este conflicto laboral. Gonzalo Robredo Altuzarra es su administrador único. Tras dos intentos —presencial y escrito—, se efectuó una llamada telefónica en la que se confirmó la decisión del empresario de no hacer declaraciones. Negó el acoso al que hace referencia UGT y, sobre lo demás, se ciñó a que «esto está judicializado y no se puede decir nada hasta que haya una resolución».

Efectivamente, todo este litigio está en manos de la justicia y el fallo corresponde al tribunal competente. Con todo, están por ver sus secuelas, dadas las mencionadas acusaciones de persecución sindical y violación de derechos fundamentales que recaen sobre Euro Seating.

 

Sergio Marín Ochoa